Dentro del amplio espectro de la neurocirugía en general y de la neurocirugía vascular en particular, el bypass cerebral es uno de los procedimientos quirúrgicos técnicamente más demandantes. Quien realizara el primer bypass cerebral a nivel mundial en 1965, fue un neurocirujano nacido en Turquía y radicado en Zurich, llamado Gazi Yasargil. Si bien requiere de un alto grado de especialización científico-técnica por parte del profesional que realiza la práctica, es un procedimiento que ha demostrado ser costo-efectivo y seguro, en manos entrenadas.
Esencialmente, consiste en la unión de dos arterias mediante sutura microquirúrgica, cuya finalidad es la de redistribuir el flujo sanguíneo cerebral hacia aquellas áreas a las que la sangre no llega, o hacia aquellas áreas cuyo flujo sanguíneo es insuficiente. De esta primera definición, se desprenden dos grandes indicaciones para la utilización del bypass cerebral: por un lado, con el objetivo de aumentar el flujo sanguíneo, como en el caso de la enfermedad de Moya-Moya, caracterizada por una disminución global del aporte sanguíneo cerebral; y, por otro lado, con el objetivo de reemplazar el flujo sanguíneo, brindándole caminos alternativos a la sangre que viaja por arterias que se ven afectadas por patología propia, como es el caso de los aneurismas cerebrales complejos; o por enfermedades que las afectan en forma secundaria, como ocurre en los tumores agresivos de la base del cráneo.
En esta oportunidad, gracias al esfuerzo mancomunado de los médicos de planta del Departamento de Neurocirugía Vascular y de Base de Cráneo junto con los médicos Residentes, encabezados por los Jefes de Servicio y de Sala, ha sido posible realizar por primera vez en la historia del Servicio de Neurocirugía del Hospital San Martín, el primer bypass cerebral con injerto, como estrategia para el tratamiento de un aneurisma complejo que afectaba la arteria carótida intracraneal y sus ramas terminales.
Este hecho, no sólo resalta la calidad y excelencia tanto del Hospital San Martín como de los profesionales que lo conforman, sino que pone a disposición de la población, una herramienta más para el tratamiento de la enfermedad vascular cerebral, siendo una de las enfermedades cuyas consecuencias más impactan sobre la calidad de vida de quién la padece, su familia y la sociedad en su conjunto.
Equipo de Neurocirugía presente en quirófano:
Cirujanos: Calatroni, Maximiliano. Aníbal, Romano. Ayudantes: Pedrazas, Ezequiel. Zalocco, Francisco.
Equipo de Cirugía Vascular Peroférica presente en quirófano: Cirujanos: Hernán Ríos. Julián Koladynski.
Instrumentadores: Sánchez Alejandra, Nadia Costas, Evelyn Irazoqui, Rocío Larrea. Anestesia: Gerardo Cacciabue, Federico Garade, Rodrigo Saenz, Garnero Florencia.
Se hizo posible Gracias al trabajo conjunto de los servicios de Neurocirugía y Cirugía Vascular Periférica, destacando la participación de:
Jefe de Servicio de Neurocirugía: Gabriel Russo. Neurocirujana intervencionista: María Paula Leyes. Neurocirujanos de planta: Quintana Maximiliano, Bourilhon Facundo. Residentes: Battafarano Agustin, María Paula Antuña, Jonathan Acevedo. Cirujanos Vasculares Periféricos: Luciano Honaine, Lucila Fernández, Ornela Maffei. Médico Intensivista: Leandro Tumino.
Estás últimas menciones son personas que no estuvieron en quirófano, pero aportaron su ayuda para hacerlo posible.